EL DORJE O VAJRA


En el budismo tibetano, rico en símbolos y objetos rituales, se atribuye una gran relevancia al significado de la palabra Dorje, en tibetano, o Vajra, en sánscrito: rayo, o diamante, que destruye todo tipo de ignorancia, siendo el mismo indestructible, principio de liberación espiritual y mental en el cual se basa la filosofía tibetana.

El Dorje representa de hecho la firmeza de espíritu y el alcanzar una alta virtud trascendental capaz de guiar hacia la Verdad, destruyendo el desconocimiento.

Realizado como un cetro, puede ser sencillo o doble: relacionado al rayo, típico de muchas civilizaciones orientales, está comparado con el Martillo meteórico de Thor, al rayo y cetro de Zeus; arma indestructible para los dioses enfadados, es poder espiritual para los dioses sosegados.

En la iconografía y en los rituales budistas tibetanos, el Dorje siempre viene juntos con una Campana, y estos dos símbolos representan juntos los opuestos que conviven: la campana es en efecto el símbolo del lado femenino, del diamante, del cuerpo físico, mientras que el Dorje lo es del lado masculino, del trueno y de la mente. Durante los rituales budistas el Dorje se sujeta en la mano derecha, mientras que la campana en la mano izquierda.

El Dorje a menudo se utiliza en los rituales de meditación como símbolo de unión entre la Verdad Relativa, representada por la experiencia de la vida cotidiana, y la Verdad Absoluta, un estado del ser que vive en unión con la naturaleza y con todo lo que lo rodea. En cambio, cuando durante la meditación se utilizan tanto el Dorje como la Campana, la Voluntad es la de equilibrar la parte masculina con la parte femenina de las cosas, para alcanzar la claridad espiritual.

Cada una de las partes del Dorje tiene un significado especial, en particular las dos extremidades esféricas, que además de representar a Sunyata, la primordial estructura del universo, simbolizan las dos partes en que está dividido el cerebro.

La doble fisonomía del Dorje recuerda también a uno de los sagrados símbolos budista, o sea dos Flores de Loto que, juntándose, representan la unión de dos mundos: el de los fenómenos, Samsara, y el tangible, Nirvana, mientras las partes que simbolizan los pétalos están relacionadas con los cuatro Bodhisattva, seres iluminados, y a sus cónyuges.

Los tres círculos centrales, que actúan como punto de unión de las dos partes extremidades del Dorje, representan la gran dicha que el Buda alcanza espontáneamente, sin esfuerzo.

En las extremidades de los dos Flores de Loto hay tres círculos, símbolo de los seis caminos que llevan a la perfección: paciencia, generosidad, disciplina, compromiso, meditación y sabiduría.

El importante mensaje de carácter sagrado y de pureza, representado por el Dorje, dobla su poder en los casos que viene representado doble. El doble Dorje, conocido como Vishvavajra y usado también como sello para cierre o firma para importantes documentos, a menudo se coloca en la base de estatuas que representan las principales divinidades tibetanas e indias, y si se lleva puesto sirve como advertencia para recordar el absoluto carácter indestructible del Conocimiento.